domingo, 9 de septiembre de 2012

LA VERGUENZA DEL CERRO BELLAVISTA

“Lo que tenemos que entender es que la arquitectura contemporánea es super importante, porque no podemos dejar la ciudad estancada”, declaró Paulina Kaplán, Directora de  la oficina de Gestión Patrimonial de Valparaíso a  El Mercurio de Valparaíso el 28 de noviembre del 2011. Y a continuación defendió la construcción de un edificio sobre el mural de Matilde Pérez, en pleno Museo a Cielo Abierto del Cerro Bellavista, aduciendo razones de progreso, modernidad y de embellecimiento al entorno del sector con el aporte dela Inmobiliaria Cielo Abierto.
Mural de Matilde Pérez clausurado debido a ridícula construcción
Este proyecto inmobiliario que originó mi primera columna de opinión sobre Valparaíso, en una desesperada alarma para defender y proteger esta zona de carácter cultural y patrimonial que estaba siendo seriamente amenazada, generó no sólo gran rechazo por parte de la comunidad de vecinos del Cerro Bellavista, sino el cuestionamiento por parte de arquitectos, dirigentes sociales, diseñadores, artistas y emprendedores quienes vieron có8mo se estaba afectando parte de la historia y la geografía de esos pequeños y angostos pasajes que conforman parte de uno de los accesos al museo, sino también por el resguardo del Mural de Matilde Pérez (incluso con investigación de la PDI de por medio) que quedaba como parte de la fachada del edificio.
La polémica se mantuvo durante todo el año 2011 con permanentes conflictos con los vecinos, con agresiones físicas y verbales de parte de los encargados de la construcción, con demandas y varias órdenes de paralización de obras por diversas irregularidades cometidas por parte de la constructora.  Sin embargo, el apoyo municipal entregado directamente por la Sra. Kaplán fue tan contundente como categórico: aquí estábamos frente a una posibilidad única para mejorar el sector.

Desde Enero de este año y hasta la fecha, poco a poco fueron cesando los trabajos, se acabaron los ruidos, la entrada y salida de gigantescos camiones y maquinaria sacando escombros y trayendo materiales, hasta que finalmente fueron despedidos los trabajadores y las obras quedaron completamente paralizadas sin explicación ni resguardo alguno. El panorama comenzó a ser aún peor que durante la construcción: el sitio se transforma en el refugio ideal para amparar delincuentes, vándalos y borrachos, el resultado está a la vista con todo el entorno rayado, incluyendo los murales, la basura multiplicada por todos lados y una fetidez insoportable. Los robos de los materiales que aún quedan dentro de la obra son permanentes y pese a que Carabineros detiene a los infractores, éstos quedan libres rápidamente ya que –según nos dicen- la constructora no presenta cargos. Robos y delitos que han aumentado considerablemente en el Cerro Bellavista. Todo ello en medio de las veredas que quedaron rotas, los adoquines destruidos, la entrada al Pasaje Pasteur sin su arco de señalética de ingreso al museo y sin los topes municipales que protegían la calidad de paseo peatonal al sector.